A diferencia de la etapa de ayer, donde acabe con pocas fuerzas fisicas y de las otras, me he sentido afortunada de estar rodeada de tanta belleza, de tener fuerzas para continuar. No se si el camino habla por medio del canto de los pajaritos o del croar de las ranas, pero te hace sentir bien contigo mismo y casi te obliga a reconocer la suerte que tienes de poder disfrutar de todo esto.
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